En la ciudad de Barranquilla, en una clínica de la Policía, se desarrolló un drama que dejó a todos atónitos. Una mujer, que se hacía pasar por médica, logró engañar a toda una institución durante más de dos años. Con un nombre y título falsos, esta impostora atendió a numerosos pacientes, incluso durante la pandemia, convenciéndolos de que estaban en manos expertas.
La falsa médica no solo atendió y recetó a los pacientes, sino que también manejó situaciones de urgencia en la clínica. La trampa no se descubrió hasta que un día, en el baño de la clínica, se le cayó una cédula con su foto, pero con otro nombre. A partir de ese momento, las sospechas comenzaron a crecer y finalmente se convirtieron en denuncias formales.
Todos en la clínica de la Policía en Barranquilla conocían a la impostora como Maira Alejandra Zapata. Ese era el nombre que aparecía en los contratos y en las conversaciones que mantenía con el resto del personal. Sin embargo, nadie sabe realmente cuál es su verdadero nombre ni cómo logró engañar a los responsables de su contratación.
Tras las denuncias, se inició una investigación que llegó hasta la Procuraduría. A petición de la Policía, la información se compartió con la Fiscalía, que llevó a cabo las investigaciones y concluyó con las capturas que ahora se están realizando. La supuesta doctora Maira desapareció cuando las advertencias sobre su presencia en el centro médico alertaron a la Dirección de Sanidad de la Policía.
Los funcionarios que la habían contratado, revisado su documentación, aprobado su contrato y ordenado sus pagos, fueron capturados, ya que su error en la contratación de una impostora constituye un delito.
La Dirección de Sanidad de la Policía explicó: “En el marco de las verificaciones realizadas a través de controles internos de la Dirección de Sanidad de la Policía Nacional, se detectaron una serie de inconsistencias en algunos procesos de contratación de la Unidad Prestadora de Salud (Upres) Atlántico. Así, se determinó que una profesional de la salud no estaba inscrita en el Registro Único Nacional de Talento Humano en Salud (Rethus), lo que generó una alerta sobre el contrato en cuestión”.
Las investigaciones realizadas por la Policía dieron resultados. En las últimas horas, se capturó a cuatro personas, una de ellas la supuesta doctora Maira, quien fue la protagonista de esta historia de engaño que vivieron, sin saberlo, los pacientes y médicos de la Policía. Esta noticia sirve como un recordatorio de la importancia de la verificación de las credenciales y la vigilancia en los procesos de contratación.
Cada vez son más frecuentes las noticias que revelan la falta de seguimiento de los protocolos adecuados para la contratación de personal. Este paso es fundamental para garantizar el correcto funcionamiento de las instituciones, empresas y organizaciones.
La omisión de la validación de títulos universitarios, referencias o antecedentes de los candidatos puede tener consecuencias graves. No sólo puede resultar en una pérdida significativa para la empresa en términos de eficiencia y reputación, sino que también puede llevar a sanciones legales, multas e incluso penas de prisión, ya que constituye un delito.
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